Hola
de nuevo!
En
estos últimos días de agosto, en los que muchos de mis amigos están preparando
los exámenes de septiembre (no es que yo sea una estudiante cum laude, sino
que me toca examinarme sólo en junio y
julio) el verano se vuelve un poco aburrido. Esta mañana me he dedicado a
ordenar y hacer limpieza en todo el neceser.
Yo
no tengo hermanas, por lo que con quien yo más puedo compartir cualquier
cosmético es con mi madre, y la diferencia de 30 años entre ella y yo, hace que
no podamos tener mucho más en común que los esmaltes de uñas. De ahí que no
tenga más que prestar atención a lo mío
sin tener que pensar si algo es de una, es de otra o aquellos productos en
terreno de nadie que todas nos queremos apropiar.
Cuando
una se pone a ordenar y recoger en cualquier cajón o cualquier armario, se da
cuenta de la cantidad de cosas que tiene que ni siquiera recordaba que tenía,
así como otras que tenía y no debería seguir guardando y cogiendo sitio.
Much@s
seguro que os estaréis preguntando qué se puede hacer con aquellos restos de
sombras de ojos, máscaras de pestañas ya secas o bases de maquillaje a las que
empiezan a separarse los pigmentos y demás componentes.
Pues
bien, mi conclusión es que hoy he descubierto 3 bases de maquillaje y 2
pintalabios, tengo ahora 3 brillos de labios menos y unos polvos sueltos que
han pasado a mejor vida, y una gama de brochas de maquillaje que ya quisiera la
mismísima Bobbi Brown; todo esto sin contar con la multitud de muestras de
perfumes que te regalan los centros comerciales por cada compra que haces, o
que muchas revistas especializadas regalan de vez en cuando. Como ahora que siento
que tengo un nuevo arsenal de potingues de los que a mí me gusta y tengo que
darles uso.
Resulta
que de mis bases de maquillaje me encuentro con una que apenas había usado dos
veces (era demasiado oscura) y otra que había usado tan sólo una vez (era más
oscura todavía). Pues bien, pese a que en verano evito usar fondos de
maquillaje, ya que prefiero que la piel respire y aprovechar el buen color que se
coge en la playa, me he guardado estas bases para crear diferentes efectos en
mis maquillajes de verano.
Esta
base que os enseño es de Essence, oil free y de acabado mate. Viene genial para
las pieles grasas, así como esta otra de Rimmel London. Esta última es menos
densa, más ligera y tiene un acabado más transparente, muy útil para un maquillaje
de día más informal.
Con
los esmaltes de uña que más vale que pasen a mejor vida, se pueden utilizar
como remedio de emergencia para evitar carreras en las medias (sí, se que suena
un poco extraño pero si se os hace una carrera en las medias y le ponéis un
poquito de esmalte de uñas veréis como se mantiene tal cual y lo que empieza
siendo una carrera no acaba rompiendo la media entera desde el muslo hasta la
punto del dedo gordo).
En
cuanto a los cepillos de las máscaras de pestañas que se os hayan acabado,
guardarlos y podéis crear diferentes efectos usando una misma máscara.
Por
último, si tenéis un pincel para aplicar el maquillaje de labios, que son muy
recomendables en caso de maquillarlos en tonos intensos, también podéis darles
otro uso para apurar más los pintalabios o los correctores de ojeras.
Creo
que debería hacer limpieza en mi neceser más a menudo!!